El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante (The Cook the Thief His Wife & Her Lover, Peter Greenaway, 1989) se propone como una confrontación perversa y despiadada entre el estómago y la palabra, entre el dominio y el amor. Ésta se consigue en gran parte por el atrezzo barroco que define respectivamente al ladrón y al amante. Así, se atiborra al espacio del amante de libros (segundo vídeo) y al restaurante del ladrón de cacharros, utensilios y manjares (primer vídeo).