El Free Cinema inglés, en el seno de los Nuevos Cines modernos, parte de reflexiones metateóricas con sus propios manifiestos que reaccionan contra actitudes morales conformistas y las estructuras industriales del cine clásico. Por el contrario, los “angry young men” que lo lideran pretenden aproximarse a la realidad social obrera de Inglaterra. En su reivindicación del cine como arte, industria y medio de comunicación, se esfuerzan por recuperar la función social del cine como herramienta de configuración de conciencia colectiva. Apelan estéticamente a la escuela documental inglesa y ruedan con equipamiento ligero y sonido directo.
Un joven de familia obrera protagoniza La soledad del corredor de fondo (The loneliness of the long distance runner, Tony Richardson 1963), una de las obras más significativas del Free Cinema. El joven Colin Smith, recluso en una institución penitenciaria por haber cometido un robo en una panadería, reflexiona sobre su estado en sus solitarias carreras, mientras su aptitud para correr le permite ir mejorando su posición en el reformatorio.