Maquillaje

Del mismo modo que el vestuario, resulta un elemento clave para la construcción de los personajes, pudiendo tener una finalidad realista, acorde espaciotemporalmente con la ambientación fílmica, o resaltar una distorsión con otras finalidades. Así, el maquillaje puede ser directo (afectando mínimamente el aspecto físico del actor), corrector (intentando elevar su atractivo) o de caracterización (amoldando el actor al aspecto deseado).

 

Tanto el maquillaje como el vestuario de Sweney Todd (Tim Burton, 2007) forman parte de la inherente teatralidad de ese musical sombrío y sangriento en el que la caracterización de los personajes expresa su personalidad y evolución en el devenir de la historia, tal y como sucede con el antes y el después de su protagonista Benjamin Barker o el oscuro y desaliñado aspecto de Mrs. Lovett en contraposición a la delicadeza angelical de la joven Johanna.

 

En El curioso caso de Benjamin Button (The Curious Case of Benjamin Button, David Fincher, 2008) el maquillaje está combinado con los efectos especiales de tal modo que es difícil distinguir donde acaba uno y empieza el otro. Este maridaje permite dotar de gran credibilidad a un personaje que invierte de forma extraordinaria la linealidad temporal.

 

La pasión de Juana de Arco (La Passion de Jeanne d’Arc, Carl Theodor Dreyer, 1928) constituye uno de los escasos ejemplos de filmes que rechazan el uso del maquillaje, enfatizando en su caso la austeridad y el patetismo que desprenden sus abundantes primeros planos.

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